Presupuesto 2026: Diputados chaqueños avalaron el proyecto con mayoría oficialista
En una extensa sesión marcada por cruces entre los distintos bloques, la Cámara de Diputados del Chaco aprobó este miércoles el Presupuesto General 2026, que contempla un gasto total de 1,4 billones de pesos y proyecta un resultado financiero positivo de 156,5 millones. La votación finalizó con 29 votos a favor, dos en contra y una abstención, dando luz verde al proyecto enviado por el Poder Ejecutivo provincial.
El debate, correspondiente a la sesión ordinaria número 16, estuvo atravesado por fuertes intercambios entre el oficialismo y la oposición. Si bien los bloques opositores acompañaron el texto en general, expresaron disidencias en la votación de algunos artículos, principalmente vinculados a la asignación de fondos para políticas sociales, educación, salud y obra pública.
Desde el oficialismo se resaltó que el nuevo presupuesto “refleja una administración ordenada y responsable, orientada al equilibrio fiscal”, destacando la necesidad de contar con una herramienta clave para garantizar el funcionamiento del Estado y la continuidad de los programas prioritarios.
Por su parte, referentes opositores aclararon que su voto favorable buscó “no paralizar la gestión”, aunque advirtieron sobre el nivel de endeudamiento y pidieron mayor transparencia en la ejecución y distribución territorial de los recursos. También reclamaron más controles en la inversión social y en la ejecución de obras en el interior provincial.
Con la aprobación del Presupuesto 2026, el Gobierno chaqueño ya cuenta con el marco legal necesario para comenzar la planificación del Ejercicio Fiscal del próximo año, consolidando su hoja de ruta económica en un contexto nacional signado por la incertidumbre y las políticas de ajuste.
El documento fija los lineamientos financieros y de inversión pública que orientarán la gestión provincial durante 2026, priorizando el equilibrio fiscal, la inversión en infraestructura y el sostenimiento de servicios esenciales, con la promesa oficial de mantener la disciplina presupuestaria sin afectar el gasto social.
